miércoles, 11 de julio de 2007

NO VIOLENCIA FRENTE A LA DICTADURA

La política simbólica y la no violencia
pueden ser más fuertes que la política real y la violencia.
En los difíciles momentos que atraviesa mi país, me siento comprometida con un pueblo hermoso, que ha salido a la calle a exigirle al Sr. Chávez, RESPETO a nuestra dignidad, a nuestro honor, decirle de manera ejemplar basta de ofensas, de llamarnos antipatriotas, cachorros o loros del imperio, golpistas, carroña, escuálidos, entre muchos otros calificativos degradantes.
Sr. Chávez, ¿qué le hace pensar que ama esta tierra, más que yo?, ¿que usted, es mas patriota que yo?, cuando es bastante probable que si algún país pretendiera invadirnos, nosotros los que usted llama antipatriotas salgamos a defender nuestra soberanía nacional, junto a nuestros hermanos chavistas; así como ahora defendemos nuestra libertad (a pesar de sus constantes amenazas, de muerte y persecución), mientras usted, posiblemente se encierre en alguna base militar, o salga del país en el avión presidencial; ¿ recuerda lo que hizo el 04 de febrero, cuando se rindió en el Museo Histórico Militar de La Planicie, mientras todo el país estaba tomado?, ¿ recuerda lo que hizo el 11 de Abril, cuando se escondió tras la sotana de un sacerdote al que después vilmente califico de diablo con sotana?.
Ayer estaba en la oficina de Seguros Uniseguro, y conversábamos un grupo de personas sobre el golpe de estado, que pretenden dar a la democracia a través de la reforma constitucional, y un señor chavista, nos dijo: "ustedes tienen que incorporarse al proceso revolucionario de Chávez", lo mire y le pregunte, Sr. ¿Si usted, vive en un país democrático, libre, donde existe la pluralidad partidista, porque tengo que ser chavista, si dentro de mis libertades están las políticas, el único TENGO, que reconozco es mi LIBERTAD para inscribirme en AD, COPEI, Un Nuevo Tiempo, el Mas, Convergencia, Bandera Roja, el partido de mi preferencia, no lo cree así?, el señor contesto: “no señor, el país cambió, aquí se acabaron los oligarcas y sino les gusta váyanse”.
En atención a semejante atropello, necesito expresar que dentro o fuera del país, no permitiremos que terminen de secuestrarlo, alzáremos nuestras voces de protesta tan alto, que llegaran al mismo cielo, hasta restituir nuestros derechos civiles y políticos, hasta rescatar nuestras instituciones democráticas, nuestros poderes.
Entiendan señores chavistas, del mismo modo que ustedes decidieron ser chavistas, y seguramente antes de estos nueve años, decidieron ser adecos, copeyanos, masistas, mepistas, u otros; de igual forma hoy, millones de venezolanos, tenemos derecho a no ser chavistas, a no inscribirnos en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Los invito a recordar que vivíamos en una Venezuela en paz, en un marco de TOLERANCIA, donde jamás vimos a un presidente, ofender y discriminar a sus conciudadanos, por no pertenecer al partido del gobierno de turno.
Eso no nos hace menos venezolanos, ni menos patriotas, eso es una conducta normal dentro de un país democrático; pretender que todos en Venezuela seamos rojos, rojitos es un claro ejemplo de DICTADURA, semejante idea no puede coexistir en un país verdaderamente democrático, eso ahoga la LIBERTAD de pensamiento, de elección. Bien decía nuestro amado libertador:
“Al separarse Venezuela de la Nación Española, ha recobrado su Independencia, su Libertad, su Igualdad, su Soberanía Nacional. Constituyéndose en una República Democrática proscribió la monarquía, las distinciones, la nobleza, los fueros, los privilegios: declaró los derechos del hombre, la Libertad de obrar, de pensar, de hablar y de escribir. Estos actos eminentemente liberales jamás serán demasiado admirados, por la pureza que los ha dictado…”
Sin embargo, de acuerdo con el sr. Chávez, eso es un delito, que conlleva para muchos venezolanos, la pérdida del derecho a trabajar, a marchar por todas las calles de país, mientras que los hermanos chavistas llegan a Miraflores; y lo mas increíble, debemos morir, según su consigna favorita, sin olvidar que una vez en medio de un ataque de locura dijo “a la posición ni oxigeno”.
Basta de insitar al odio, que ha terminado tristemente dividiendo familias enteras, olvidando sus vínculos filiales, así como muchos han olvidado que todos somos venezolanos.
Hace dos días en una de sus acostumbradas cadenas, lo vi llamando a las milicias a tener sus armas de fuego al alcance de la mano, ¿para dispararle a quién?, a venezolanos desarmados, que están en la calle protestando de manera pacífica. Sr. Chávez, usted ofende incluso a los chavistas, porque estoy segura, que muchos de ellos no son asesinos, no son criminales, son venezolanos buenos, honrados, y menos aún cobardes, capaces de disparar a compatriotas desarmados; por favor, nada mas odioso que las amenazas, no nos amenace más, aprenda a oírnos y sobre todo a actuar en consecuencia, comience por devolverle la señal a RCTV, con la salida de ese canal, murió la historia democrática de este país.
Por todo lo antes expuesto, creo firmemente en la protesta pacífica, por ello me permito exponerles el siguiente material, con la esperanza de contribuir con lo que hasta ahora, ha hecho la dirigencia universitaria, para quienes vaya un fuerte abrazo de una compatriota, que por razones de salud no puede marchar a su lado. Hace poco me preguntaba: ¿Dios mío, que será de las generaciones de relevo?, y ahora al verlos activos en la calle, a oficialistas y prodemocráticos, dialogando, abrazándose, dando paso a la Sexta República, mi alma haya reposo.
NO VIOLENCIA FRENTE A LA DICTADURA
El pueblo húngaro frente al dominio austríaco.
En 1847, Hungría, tras más de un siglo de dominación austríaca, arrancó a los Habsburgo una Constitución. Sin embargo, el país fue invadido primero por los austríacos y luego por los rusos, y se restableció la autoridad austríaca, anulando la Constitución.
Seis años más tarde, el emperador intentó apoderarse de las iglesias católicas y luterana, integrándolas en una organización única bajo dirección imperial. Los protestantes resistieron y se negaron a integrar sus escuelas en el sistema de educación imperial, lo que provocó en represalia, la prohibición de conceder títulos a la universidad de Debreczen. En 1859, al negarse los protestantes a disolver los tribunales eclesiásticos, Viena amenazó con emplear la fuerza armada. Fueron detenidos muchos obispos y pastores. En enero de 1860 se reunió en Debreczen el Sínodo de la Iglesia Reformada, desoyendo la prohibición austríaca. El emperador no se atrevió a utilizar la fuerza.
El gobierno ordenó la lectura de la nueva reglamentación de las iglesias, ante lo cual el Sínodo recordó a los párrocos su decisión de oponerse a tales normativas. Solo una parroquia leyó el texto gubernamental. Comenzaron los arrestos eclesiásticos, intervenciones policiales en reuniones religiosas etc.; pero esto no intimidó a los protestantes. Cuando se sabía que un pastor iba a hablar sobre el proyecto del gobierno, la misa se convertía en una manifestación multitudinaria de afirmación nacional. Se crearon comités de defensa de la autonomía de las parroquias. Llegaron muestras de solidaridad tanto del interior del país (estudiantes) como del extranjero.
Convencido de la imposibilidad de vencer la resistencia de las iglesias por la fuerza armada, sin correr el riesgo de la revuelta nacional, y preocupado por la pérdida de prestigio en el exterior, el gobierno de Viena nombró un nuevo gobernador de Hungría de confesión protestante, que revocó el polémico reglamentó y liberó a los pastores encarcelados.
Esta rebelión de las iglesias fue el detonante de la resistencia general. Bajo el liderazgo del procurador Deak, los húngaros exigían la restitución de la Constitución de 1847. Deak abogaba por la resistencia pasiva, negándose a cumplir las imposiciones de la ley austríaca, y siguiendo únicamente la legítima ley húngara. Los húngaros se negaron a pagar impuestos; cuando les embargaban, tenían que ser policías austríacos quienes hicieran el trabajo de tasar los bienes y subastarlos; incluso los compradores tenían que ser traídos de Austria. Al mismo tiempo se lanzó la consigna, masivamente seguida, de no enrolarse en el ejército austríaco.
Cuando el emperador disolvió la Dieta Húngara, ésta siguió reuniéndose en secreto. Se formaron círculos culturales y agrícolas. Se promovió un boicot comercial a productos austríacos. A medida que avanzaba la resistencia pasiva, las cárceles se llenaban. Austria se vio abocada a un callejón sin salida.
Al estallar la guerra con Prusia, en 1864, el emperador, rodeado de dificultades, llamó a Deak e intentó negociar con él las libertades, a cambio de soldados húngaros. Deak se negó diciendo: "nunca haré de la restauración de las libertades de mi país objeto de trueque". Entonces el emperador decretó el servicio militar obligatorio, pero tuvo que revocar la orden ante la inminencia de una revuelta general contra la movilización.
En 1887 fue restituida la Constitución húngara; un logro histórico arrancado al emperador por métodos no violentos.

Resistencia de Finlandia frente a Rusia.
Un caso parecido al de Hungría fue la dominación rusa sobre el pueblo finlandés. Después de ochenta años de coexistencia pacífica entre finlandeses y eslavos, basada en una amplia autonomía, el zar Alejandro III, y posteriormente Nicolás II fueron anulando la mayor parte de las prerrogativas de Finlandia. A partir de 1898, el gobernador Bobrikov impuso un duro régimen opresivo. Fueron abolidos todos los derechos, y se decretó que las tropas finlandesas serían integradas en el Ejército Imperial Ruso.
En este punto comenzó la resistencia civil. De 25.000 hombres llamados a filas, 15.000 no se presentaron. Bobrikov arrestó a los jueces que absolvieron a los prófugos, y llenó Finlandia de soldados rusos. Impuso también la enseñanza obligatoria en ruso. La resistencia se generalizó: jueces que se negaban a aplicar los nuevos decretos, maestros que se negaban a hablar en ruso a sus alumnos, pastores luteranos que recomendaban en las misas resistencia pasiva.
Tras cinco años de resistencia no violenta Bobrikov aprovechó los primeros actos violentos perpetrados por provocadores a sueldo para desencadenar una cruel represión. Algunos finlandeses se dejaron arrastrar por la espiral de violencia. Bobrikov acabó siendo víctima del monstruo que él había creado: un joven finés lo asesinó en 1904.
La resistencia civil continuaba, no obstante, y en 1905 el movimiento obrero convocó una huelga general, que fue seguida hasta por la policía. Al sexto día de huelga, el zar, que tenía dificultades para mantenerse en el poder tras su derrota con Japón, accedió a negociar las libertades finesas.
Casos de resistencia frente al nazismo.
A la hora de ilustrar las posibilidades de una resistencia no violenta frente a situaciones de dominación política, no basta con hacer referencia a ejemplos como los anteriores, en los que una resistencia generalizada (aunque improvisada también) culmina con una victoria (parcial o total), sino también a otros casos más aislados que contienen importantes enseñanzas. Uno de estos casos es la resistencia en la Alemania nazi. Es evidente que fue la fuerza militar conjunta de los países aliados lo que, en última instancia, derrotó a Hitler. Pero esto no debe hacer que perdamos de vista que la resistencia empezó mucho antes de la batalla de Estalingrado.
Ya antes de la guerra, más de cien mil alemanes arios visitaron los campos de concentración como resultado de la lucha clandestina. Durante la guerra fueron miles los jóvenes fusilados por objeción de conciencia o deserción. En cuanto a la resistencia de los judíos, sólo en Berlín vivían 500.000 judíos clandestinamente durante la guerra. Esto sólo fue posible por la solidaridad de una parte importante de la población. Y la solidaridad es una forma de resistencia. La oposición a Hitler, la denuncia de los desafueros nazis, fue constante; aunque, por desgracia desorganizada. Podemos citar un hecho ilustrativo. Tras la publicación del decreto de Pureza de Sangre, que prohibía a los matrimonios mixtos ario-judíos, numerosos judíos fueron detenidos. Las mujeres se manifestaron en las comisarías exigiendo la liberación de sus esposos. Llegó un momento en que las autoridades nazis sólo podían hacer dos cosas: detener a las vociferantes o soltar a los judíos, hicieron lo segundo. SI hechos de esta clase se hubieran producido más a menudo, ¿hubiera podido Hitler llegar a la solución final?.
Otro hecho destacable fue la homilía del obispo de Munster denunciando el plan eugenésico (aplicar eutanasia a enfermos mentales, incurables y subnormales). El obispo no fue detenido y fusilado, como solía pasar con los opositores en plena guerra, pues ello hubiera levantado a la católica Renania contra Hitler.
Goebels recomendó anular el plan eugenésico, para asegurar el apoyo católico. ¿Qué hubiera pasado si la actitud del obispo de Munster hubiera sido secundada por toda la Iglesia Católica como institución?.
Es perfectamente imaginable que el resultado de una resistencia generalizada hubiera sido la caída de Hitler antes de cometer sus últimas y más espeluznantes locuras asesinas. También es posible que la resistencia fuera ahogada, al precio de convertir toda Alemania en un campo de concentración y exterminio, embarcada en una guerra suicida que, finalmente la reduciría a cenizas. La no violencia no tiene fórmulas infalibles, pero sus posibilidades se apuntan en situaciones de toda índole, incluso frente a los más fanáticos dictadores.
Lucha de oposición en Latinoamérica
Los hechos que condujeron en 1944 a la caída del dictador Martínez en El Salvador son ejemplo de tácticas no violentas aplicadas en un contexto dictatorial en Latinoamérica.
Martínez, típico dictador centroamericano, que accedió al poder mediante un golpe militar, y que afirmaba tener poder de comunicación telepática con Washinton, gobernaba el país con mano dura hacia los paladines del cambio político y manga ancha ante el expolio de riquezas por parte del capital extranjero. Acorde con su creencia en la reencarnación de las hormigas en seres superiores, pero no-reencarnación de las personas, tenía exquisito cuidado en no pisar a los insectos de las comisarías donde torturaba a los subversivos. El país, en ese plan, llegó al colapso económico.
Entonces los bachilleres, inspirados por Gandhi, llamaron a la desobediencia civil a todas las capas de la población hasta echar al dictador. "Mostrando al tirano el abismo entre él y su pueblo, aislándole completamente, conseguiremos derrocarlo". La campaña se inició con medidas simbólicas, como no participar en fiestas ni loterías y, pasando por boicotear los impuestos y negativas a trabajar en la Administración, culminó con una jornada de huelga general y manifestación masiva ante el Palacio Presidencial.
Tres días después de esta jornada, Martínez tomó un avión y abandonó el país. Al igual que en el Putsch de Kapp, el dictador, puesto en el dilema de hacer la guerra a su pueblo o abandonar el poder optó por lo segundo. Las únicas armas para derrocarle fueron incruentas: la huelga y la no cooperación.
A veces, se dice que los medios no violentos son un lujo solamente apto para contextos políticos occidentales, en donde los cauces y un reconocimiento formal de las libertades cívicas, permiten ejercer la protesta pacífica. Esta interpretación confunde "no violencia" con "legalidad". Es preciso remarcar que los medios no violentos no tienen por qué ceñirse a lo legal; es más, muchas veces la no violencia significa, precisamente, transgredir la ley.
Lo cierto es que la lucha no violenta se da en toda clase de contextos, sean del primer mundo o del tercero. El desarrollo de los movimientos de liberación en países latinoamericanos está engarzado en periodos muy intensos y fructíferos de resistencia predominantemente no violenta. Durante los años cuarenta se produjeron movimientos insurreccionales en casi todos los países centroamericanos haciendo uso de tácticas inspiradas en el satyagraha gandhiano. En Guatemala, el derrocamiento de Ubico se basó en huelgas y manifestaciones pacíficas en las que la población se enfrentaba al ejército leal al dictador con una orden escueta a los soldados: "brazos caídos, a vuestros costados".
El impulso de movimientos cristianos progresistas ha sido determinante para el desarrollo de la noviolencia en Latinoamérica. La pedagogía de la libertad de Freire constituyó la base para la acción de masas pacífica de Helder Cámara en Brasil. El trabajo fraccionado de movimientos de este tipo culminó con la creación del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) en1968, como una red de solidaridad internacional de activistas cristianos y pacifistas. La detención del coordinador argentino Pérez Esquivel (en 1977) brindó reconocimiento internacional a esta red de lucha contra la opresión y la dictadura. En 1980, Esquivel recibió el Nóbel de la Paz.
La ayuda de este movimiento se manifiesta en las huelgas de los obreros de la Cemnt Company de Sao Paulo, que duraron trece años; en la persistente e incansable protesta pacífica de las Madres de la Plaza de Mayo, y en grupos análogos a las madres de Argentina, surgidos en Brasil, en países centroamericanos, etc.
Estos hechos históricos a menudo olvidados, muestran que lo esencial de la no violencia no es el contexto político, sino la determinación de una comunidad de defenderse, de no claudicar, de no doblegarse, una vez que se ha tomado conciencia de la fuerza que emana de su propia unidad y cohesión en pro de una causa justa.
http://www.nodo50.org/moc-carabanchel/documentos/noviolencia/situaciones_historicas.htm#Sal